La final de la Eurocopa 2016, disputada el 10 de julio en el Stade de France, será recordada no solo por el triunfo histórico de Portugal, sino también por el dramático episodio que vivió su capitán, Cristiano Ronaldo. Una lesión temprana amenazó con apartarlo del momento cumbre, pero su resiliencia y liderazgo desde la banda se convirtieron en símbolos de redención y determinación.
Cristiano Ronaldo llegó a la Eurocopa 2016 con la esperanza de llevar a su selección a la gloria. A lo largo del torneo, su desempeño fue crucial para que Portugal avanzara en la competición. En la fase de grupos, aunque Portugal no logró victorias, los aportes de Ronaldo fueron significativos, incluyendo un doblete en el empate 3-3 contra Hungría. Este resultado permitió a Portugal avanzar a las fases eliminatorias como uno de los mejores terceros.
En las fases eliminatorias, Portugal mostró una notable resiliencia. Tras superar a Croacia en octavos de final con un gol en tiempo extra, y vencer a Polonia en penales en cuartos, el equipo se enfrentó a Gales en semifinales. En este encuentro, Ronaldo abrió el marcador con un potente cabezazo, igualando el récord de Michel Platini como máximo goleador en la historia de la Eurocopa. La victoria por 2-0 aseguró a Portugal un lugar en la final contra Francia.
La final comenzó con alta intensidad. A los nueve minutos, una entrada del francés Dimitri Payet impactó en la rodilla izquierda de Ronaldo. Aunque intentó continuar, el dolor era evidente. Tras recibir atención médica y hacer esfuerzos por seguir en el juego, finalmente, en el minuto 25, entre lágrimas, solicitó el cambio, siendo sustituido por Ricardo Quaresma. El diagnóstico posterior reveló un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda.
La salida de Ronaldo fue un golpe emocional tanto para sus compañeros como para los aficionados. Sin embargo, el equipo mostró una determinación renovada, consciente de la importancia del momento y del deseo de honrar a su capitán.
Lejos de resignarse, Ronaldo asumió un rol activo desde la línea de banda. De pie junto al entrenador Fernando Santos, se le vio animando, dando instrucciones y motivando a sus compañeros durante el tiempo extra. Su pasión y compromiso fueron evidentes, convirtiéndose en una fuente de inspiración para el equipo.
En el minuto 109 del tiempo extra, Éder, quien había ingresado como suplente, anotó un gol desde fuera del área, sorprendiendo al portero francés Hugo Lloris. Este gol selló el 1-0 a favor de Portugal, asegurando su primer título en una competición mayor. La alegría fue desbordante, y Ronaldo, a pesar de su lesión, participó activamente en las celebraciones.
Este triunfo añadió un capítulo dorado a la ilustre carrera de Ronaldo. A nivel de clubes, había ganado múltiples títulos, pero este representaba su primer gran éxito con la selección nacional. A pesar de la lesión, su liderazgo y espíritu de equipo fueron ampliamente elogiados.
La victoria en la Eurocopa 2016 marcó un hito para el fútbol portugués. Inspiró a una nueva generación de futbolistas y consolidó a Portugal como una potencia en el fútbol europeo. El ejemplo de Ronaldo, tanto dentro como fuera del campo, se convirtió en un referente para jóvenes deportistas en todo el mundo.
12/02/2025
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