El elemento de Club América que pasó de vender quesadillas en la calle a humillar a Cruz Azul en el 2013

Con el sueño de niño de ganar un título en el estadio Azteca, con esa aspiración acudía al escenario más importante de México luego de cumplir con su jornada de venta de quesadillas, trabajo con el que ayudaba a su madre en ciertos momentos complicados de su existencia. 

Así, en el estadio Azteca añoraba ser protagonista y ganar un título y lo consiguió, como entrenador. Así le cambió la vida al elemento del Club América, quien gozó ese juego como ningún otro aficionado lo pudo hacer, ya que esa final del 2013 se la disfrutó de manera diferente. 

En entrevista para TUDN, Miguel Herrera reconoció que tuvo que laborar en este trabajo para ayudar en las carencias de su madre y sus hermanos. Con los pocos pesos que tenía acudía al estadio para ver el fútbol, junto con sus familiares. El entrenador se dio el lujo de levantar el título con las Águilas en aquella recordada final del 2013 con el cabezazo de Moisés Muñoz.

En ese tiempo, Miguel Herrera era un entrenador innovador, que se la jugaba por el estilo ofensivo, algo que ahora perdió y por lo que fue criticado en su salida de las Águilas.