El mundo del fútbol este día vuelve a ponerse de luto ya que una de las leyendas de aquella Argentina campeona del mundo en 1978 partió este día, César Luis Menotti a quien tamaño de personalidad no le fue indiferente el fútbol mexicano e intentó poner todo a su alcance para elevar el nivel del representativo nacional que alcanzó a dirigir apenas en una veintena de encuentros, pero sentó bases importantes para el futuro.
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Tras un inicio de la década de 1990 completamente para el olvido para nuestro fútbol, César Luis Menotti fue el elegido para tomar las riendas de un Tri que no encontraba estabilidad y fue ahí que con poco conocimiento de nuestra liga se encargó en formar un Tri con jugadores jóvenes y Pumas era el sinónimo de eso por aquel entonces, teniendo varios convocados en los partidos del Tri del argentino, pero sin duda Jorge Campos era uno de los referentes y es que el arquero de Universidad en 1991 andaba en su prime, aunque Menotti se dejó llevar los las apariencias hasta que lo vio en acción.
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¿Este petizzo va a ser el arquero de la selección mexicana?
Con poco recorrido, pero apunto de ganar una liga, Jorge Campos en aquel año estaba imbatible, además su estilo de juego ofensivo le daban una característica que Roberto Saporiti creyó que sería del interés de Menotti, por lo que le llevó a ver un encuentro entre Atlante y Pumas en el Estadio de la Ciudad de los Deportes para que viera al "Brody" en acción, pero al parecer, cuando lo vio saltar a la cancha con su peculiar estatura y sus uniformes multicolores, el entonces DT nacional no creyó que fuera ser capaz de estar a la altura del Tri, pero bastaron minutos para que el acapulqueño comenzara a mostrar sus dotes en el arco y de inmediato supo que él sería su portero quien hizo suyo el marco nacional desde entonces, esto fue revelado por el propio Saporiti para MX Sudamérica:
“Fuimos al Estadio Azul y le digo: ‘Campos, el arquero de Pumas, es el ideal para ti’. Entonces cuando salen los jugadores, el último en salir fue Campitos. El Flaco lo ve chiquitito, con los pantalones largos y la polera multicolores, se me giró y me dijo: ‘Sapo, ¿te volviste loco? ¿Este petizzo va a ser el arquero de la selección mexicana?’”
