Entre junio y julio de 2026 se realizará la vigésimo tercera edición de la Copa del Mundo. Será el torneo que suceda a Qatar 2022, que se jugará a fines de este año en el país asiático, y si bien faltan todavía más de cuatro años, ya está comenzando a planearse la logística para el evento.
México será, junto a Estados Unidos y Canadá, el organizador del próximo Mundial, convirtiéndose en el primer país en hacerlo tres veces. Pero para eso serán necesarias importantes obras de infraestructura que permitan estar a la altura de las circunstancias.
Un escenario clave de la competición será el Estadio Azteca, que albergó las finales de 1970 y 1986. Se trata de uno de los campos más importantes del mundo y por eso otra vez tendrá un papel protagónico. No obstante, habrá trabajos de remodelación para ponerlo en óptimas condiciones y por eso se proyecta, además de un mejoramiento de las gradas, la construcción en las afueras del estadio de una zona que incluirá un hotel, una plaza comercial y otras atracciones para los turistas.
El problema es que para realizar estas obras el Estadio Azteca deberá cerrarse durante algún tiempo y no podrán jugarse partidos de ningún tipo, lo que afectará sobre todo a América y Cruz Azul, que suelen ser locales allí.
Toluca no será una solución
Con el Estadio Azteca cerrado, una de las opciones para que América y Cruz Azul trasladen su localía es el Nemesio Díez, que está a sólo 65 kilómetros. Pero, según reportes, la directiva de Toluca no estaría dispuesta a permitir que las Águilas y la Máquina jueguen allí sus respectivos partidos. Por eso ambos clubes deberán buscar otra solución.
