Cobra 300 mil pesos al mes en Tigres y demostró porqué es banca con Miguel Herrera
El paraguayo entró con muchas ansías y eso lo llevó a equivocarse en la más clara.
El triunfo de Tigres sobre Xolos fue claro y contundente, nada que discutirle a los pupilos de Miguel Herrera, solamente un par de detalles que no pueden pasarse por alto, como el ingreso de Carlos González, quien tuvo un agridulce desempeño.
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El paraguayo colaboró en el ataque, generó situaciones de peligro y tuvo una asistencia para el golazo de André-Pierre Gignac, sin embargo, tuvo la oportunidad de asistirlo nuevamente pero se quiso comer el dulce solo y terminó haciendo un oso.
Sobre el final del partido, Córdoba le cedió un balón por el centro, se fue mano a mano con el cancerbero, tuvo a Gignac solo para que el francés simplemente la empujara, pero intentó definir, el arquero rechazó y, en el contrarremate, recibió un golpe del meta que no fue sancionado como penal y un defensa le quitó el gol en la raya.
Revulsivo continúo
El atacante guaraní volvió a ser clave en la evolución de la ofensiva para abrir el cerrojo rival, lo hizo ante Rayados y repitió la dosis ante los Xolos. Se le sigue negando el gol pero cada vez está más cerca de volver a festejar, por lo pronto, volvió a asistir al 10 felino.
