Querétaro ha sido una franquicia conflictiva desde su creación. No hay que olvidar que el actual equipo de Gallos Blancos es nada más y nada menos que Jaguares de Chiapas, por lo que el equipo llegó al máximo circuito por cuestiones económicas y de escritorio en lugar de hacerlo por méritos deportivos y luego de ser el mejor en la categoría de plata.
Tal origen parece que no auguró buenos tiempos para el equipo, pues ha tenido que pagar multas por la tabla de cocientes, le cerraron La Corregidora por los lamentables sucesos del 5 de marzo de 2022 contra Atlas y ahora no puede disponer del estadio porque le pertenece a las autoridades del estado, que hacen conciertos para pagar la renta del inmueble y eso afecta al estado del terreno de juego.
Ante todos los problemas, los Gallos se perfilan a desaparecer. Más ahora que uno de los empresarios mas ricos del país ha vuelto a declarar su intención de entrarle el negocio del futbol mexicano. El que se adjudicaría la franquicia es Carlos Bremer, quien tiene la idea e llevarla a Veracruz con un equipo en la Liga de Expansión para buscar el ascenso desde ahí.
Veracruz y el nuevo Luis Pirata Fuente
Hace un par de días, Bremer recordó que el Luis Pirata Fuente está vetado por la FIFA, pero confía en obtener el permiso del organismo rector del balompié para devolverle al puerto un cuadro de tradición.
