De ser repartidor de embutidos y chorizo a ser una de las estrellas del América y una joya de exportación
El jugador y su gran sacrificio para llegar a la élite del fútbol y vestir uno de los colores más importantes de México y del continente. Pasó de vender embutidos a jugar en el Ame.
Fue su primer trabajo y así ayudaba a su familia y a su madre a mantener el negocio familiar y prosperar. En su tiempo libre buscaba un momento para compartir con la pelota y así un scout lo vio y lo convirtió en lo que es ahora, una de las estrellas más importantes del América con proyección a Europa.
Federico Viñas caminaba desde Casabó, donde nació, hasta los negocios de carne aledaños al sitio en donde vivía, para repartir chacinados (término uruguayo para llamar a los embutidos y al chorizo). Así fue el primer trabajo del ahora crack del América, que ganaba como primer sueldo 23 pesos por cada pedido entregado.
Ahora el jugador es uno de los mejores pagados en México, tras la renovación de su contrato con las Águilas del América. De una familia humilde, el Tanque Viñas, de acuerdo al diario El Observador de Uruguay, nunca olvidó sus raíces y mientras trabajaba en el negocio de la familia como repartidor, se fue a probar en un club, de allí el Liverpool de ese país sudamericano lo vio.
Así empezó su paso desde ese club hasta el Juventud Las Piedras, en donde dio el salto a las Águilas y ahora demuestra sus grandes condiciones como uno de los jugadores más importantes del plantel, mostrando condiciones de gran nivel y es considerado en su país como el sustituto natural de Luis Suárez o Edinson Cavani.