Haciendo un Ángel Reyna 2.0: el caso de Sebastián Córdova

El sueño de todo futbolista es debutar con el equipo de sus amores, consolidarse, ser campeón y dar el salto a los equipos más grandes del mundo. En México no todos tienen la fortuna de hacer eso y menos en un equipo como América. Los últimos futbolistas que lograron algo similar fueron Guillermo Ochoa, Raúl Jiménez y Diego Lainez.

Es el crack de Chivas, pero podría llegar al cuadro de Tano Ortiz

Mientras que hay otros jugadores que se quedaron en el proceso y que terminaron como una “promesa” que no terminó por explotar en las Águilas. Tal es el caso de Sebastián Córdova, quien ahora defiende la camiseta de los Tigres y que esta noche querrá dar un gran juego para demostrarle al América que se equivocaron al venderlo.

El medallista olímpico en Tokio 2020 tenía todo para ser el nuevo referente del americanismo y ser otro de los llamados “hijos pródigos”. ¿Por qué? Porque salió de la cantera, pasó por varios procesos hasta llegar al primer equipo, sabía lo que significa la camiseta del América y en ocasiones mostraba una especie de “odio” deportivo por equipos como Pumas y Chivas.

Todo eso hizo que el equipo lo considerada en demasía, al grado de otorgarle el dorsal 10, con todo lo que representa dicho número en un equipo como América. Cuando esa noticia se dio a conocer, Córdova reconoció que era una responsabilidad muy grande y que quería honrar a aquellos que la defendieron en su momento.

Sin embargo, el encanto no duró mucho. De acuerdo a diversos reportes, tras el éxito del Tri Olímpico, Sebastián llegó “muy alzado” y las actitudes no cayeron bien en el cuerpo técnico de Santiago Solari. Fue el timonel argentino el que pidió su salida del equipo, pues el jugador ya no mostraba compromiso con sus compañeros.

Fue en ese entonces que apareció Chivas y mostró interés en él. Pero eso no fue suficiente, porque Córdova terminaría yendo a los Tigres, equipo de Miguel Herrera, quien fuera su entrenador en América. Aunque no ha mostrado su mejor versión, Córdova podría salir en el 11 titular de hoy como una medida de Herrera para ponerle más condimentos al encuentro.

Córdova pasó a ser uno de los jugadores más queridos por la afición de las Águilas a ser uno de los más odiados. Pero no es la primera vez que no sucede en Coapa, pues antes estuvo el caso de Ángel Reyna.

Uno de los jugadores con más talento formado en las fuerzas básicas del América fue Ángel Reyna. El canterano tuvo que pasar por las distintas filiales del equipos y jugar para escuadras como San Luis y Necaxa antes de llegar al primer equipo de las Águilas.

Reyna llegó al América para el torneo Clausura 2009. En aquel entonces, Salvador Cabañas era el ídolo del equipo, pero tras su incidente extra cancha, dicho lugar fue ocupado por Reyna, quien se cargó al equipo en varias ocasiones e incluso llegó a ser campeón de goleo en el Clausura 2010.

Parecía que Reyna se perfilaba para ser el nuevo ídolo del equipo, donde incluso fue muy importante para Carlos Reinoso, quien fuera su entrenador en los azulcremas. Sin embargo, tras una derrota de 1-3 ante Chivas en el Estadio Azteca, el “Pleititos” explotó ante su compañero Aquivaldo Mosquera, a quien llamó “Capitán de Agua” y al resto como una “defensa de plástico”.

Esas declaraciones no cayeron bien en los altos mandos, por lo que Ángel salió del equipo para el Clausura 2012 y llegó al Monterrey. Su primer duelo ante el América fue en el Estadio Azteca, donde gracias a un gol suyo, la “Pandilla” se quedó con los tres puntos. Para echarle más sal a la herida, Reyna celebró al estilo de Cuauhtémoc Blanco, lo que desató la rechifla de los asistentes al recinto, demostrando que el aprecio por el jugador había desaparecido por completo.

Y se dicen el más grande, el América fue por la joya de las Chivas