¿Por qué le dicen ‘Chicote’ a Cristian Calderón?
Uno de los jugadores más caros en la historia del Guadalajara es Cristian Calderón, mejor conocido como ‘Chicote’.
Cristian Calderón es uno de los jugadores que es más conocido por su apodo, que por su propio nombre. No muchos conocen que su nombre es Cristian, pues le conocen más por su apodo de ‘Chicote’, que por su nombre.
Surgido de los Zorros del Atlas, le costó encontrar continuidad en este equipo, y buscó su salida, que la encontró hacia los Rayos del Necaxa. En este equipo se volvió uno de los mejores laterales izquierdos de la liga, llegó a la Selección Mexicana, y se ganó su fichaje por las Chivas de Guadalajara.
Calderón ha tenido más tramos malos que buenos en su paso por el Guadalajara, aun así, con sus tramos buenos ha demostrado todo el potencial que se cree, aun tiene. Conoce un poco más de él.
¿Por qué le dicen ‘Chicote’?
Al igual que otros ejemplos, el origen de su apodo está en su familia, y como se lo pusieron cuando él era sólo un niño en su natal Nayarit, estado colindante con Jalisco. Su apodo no se lo puso otro más que su tío.
Cuenta Calderón como surgió su apodo: “Estábamos en la casa, de repente él me veía correr, jugar, patear el balón y decía: ‘Ah que niño tan travieso, le vamos a decir el Chicote’, desde ahí todo el barrio y mis familiares así me llaman”.
Este es el apodo que lo ha acompañado desde que se diera a conocer al fútbol debutando con Atlas, explotando con Necaxa, llegando a la selección mexicana, y en su irregular paso con Chivas, como ‘chicote’.
La carrera de ‘Chicote’ Calderón
Después de ser captado por las fuerzas básicas de Atlas, completó su formación como juvenil en la cantera rojinegra, hasta debutar en la primera División del fútbol mexicano, en un partido de Copa MX contra los Xolos de Tijuana, en donde salió de titular, la confianza estaba puesta en él desde el principio, no tuvo que esperar un cambio para entrar.
En sus años con los rojinegros jugó 36 partidos, para en 2017 irse vendido a Necaxa, donde explotaría como futbolista. Con los hidrocálidos además de destaparse como jugador, se destapó como goleador, teniendo un promedio tremendo para ser lateral izquierdo.
En sólo 37 partidos, marcó 10 goles, poco menos de un gol cada 4 juegos, que para ser lateral, es un registro tremendo. Aquellos números le valieron llamar la atención del tricolor, y del Guadalajara, que lo volvió uno de sus fichajes más caros en la historia del club.
Su etapa en Guadalajara ha estado lleno de altibajos, pues no siempre ha contado con todo el nivel que se esperaría de un jugador que hasta hace no mucho, estaba en el debate de si seria titular de la selección mexicana en el futuro.
Hasta ahora, se ha caído ya no sólo de ese debate, de la selección en general, que ha visto repercutido su irregular paso como rojiblanco, que lo han llevado hasta jugar con el equipo filial de las Chivas, el Deportivo tapatío de la Liga de Expansión, en la segunda división.