A lo largo de los últimos años, es conocido que Tigres y Rayados -junto al América- son los equipos que disputan entre sí a los mejores jugadores del fútbol mexicano ofreciéndoles altos salarios y la oportunidad de estar constantemente en los primeros lugares de cada torneo, por lo que suele ocurrir que si algún futbolista llega a un equipo, también fue buscado por el contrario.
Fue en el verano del año pasado que Érick Aguirre fue presentado como refuerzo del Monterrey entonces dirigido por Javier Aguirre, quien de inmediato se posicionó como pieza fundamental ocupando zonas en la mitad de la cancha pero principalmente como lateral en ambas bandas, dejando fuera por varios partidos a jugadores habituales como Jesús Gallardo.
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Sin embargo, en marzo de ese mismo año, Willie González informó en Multimedios que Tigres lo buscaba, aunque los felinos terminando contratando en el invierno a Jesús Angulo, quien llegaba de ser campeón tanto con Atlas como con Santos, aunque con la limitante de que solo ocupa las posiciones defensivas por la izquierda.
No obstante, Aguirre fue fuertemente señalado por la afición regiomontana en la liguilla pasada cuando una falta suya sobre Marino Hinestroza dejó al equipo con un jugador menos cuando el partido de ida iba tres goles a dos, abriéndole la puerta al Pachuca para anotar otros dos tantos y llevarse una ventaja de tres anotaciones a la vuelta.
¿Por qué no llegó a Tigres?
A diferencia de lo que pasó con Angulo -pues era una situación muy similar- Aguirre se habría negado a llegar a Tigres pues quien mostró el interés fue en su momento Ricardo Ferretti, a quien ya no renovaron meses después y terminó saliendo del equipo universitario, tumbando también la negociación del canterano de los Tuzos quien llegó a la contraparte regiomontana.
