Casi 50 días tendrá el conjunto de Cruz Azul para planificar el próximo torneo, y han ido al mercado a buscar posibilidades para poder hacer algo bueno. Cruz Azul está peleado y deteriorado en todos los sentidos, no tiene forma ni estrategia para poder entender el fracaso monumental que vivieron; es un equipo que sí existiera el descenso en nuestro país, ya debería estar en la segunda división.
En promedio de entradas Cruz Azul fue el lugar 18, en la tabla general nada más superó al Necaxa, una cosa terrible para un equipo grande; y ahora han ido por personajes non gratos del fútbol mexicano, tales como Iván Alonso, que salió a patadas del equipo de Pachuca por malos manejos, un señor Pavón que fue señalado como un artífice de las tranzas que hizo el técnico uruguayo Gustavo Matosas en la liga, donde pedía dinero y más dinero a todos para generar comisión.
Ahora Cruz Azul confía en estos dos porque su directiva está partida, tiene a Víctor Manuel Velazquez con Jaime Ordinales como asesor, tienen a otro señor ahí que se apellida Reynoso, quién a su vez tiene a dos ex periodistas como asesores, que son los que han puesto hoy a Pavón y Alonso. Así seguirá este asunto; de un lado con lo que se le da la gana a la directiva, y del otro para no tener líos internos, también hacen lo que quieren.
Hay una serie de toma de decisiones no unificadas, cada quién va por su propio rumbo, y uno pone a ‘mangano’ y el otro pone a ‘perengano’. Así es lo que ha pasado con Cruz Azul, un verdadero asco, porque tienen una gran fortuna en el club, pero este equipo ya debería haberse ido al descenso tres veces en 25 años, algo que no pasa porque lo han salvado los cocientes y los milagros.
La dirigencia azul no tiene pies ni cabeza
Hoy Cruz Azul es un equipo en decadencia, que no ve por los intereses comunitarios sino por los particulares, que ve más por los intereses de ciertos directivos y no por los grupales, que ve por el interés de un grupo de poder en lugar de los colectivos, y que sólo denota en favor de uno, dos o tres personajes, nada en pro del club. No saben trabajar en equipo, no saben cómo encaminar las cosas la cooperativa; una brutalidad cooperativa.
