Desde su llegada al banquillo americanista, André Jardine ha cosechado éxitos y ha instaurado una etapa dorada para el club de Coapa. Sin embargo, el presente marca posiblemente su momento más complejo al frente del equipo. Por primera vez bajo su mando, el América acumula seis partidos consecutivos sin conocer la victoria, una racha preocupante que ha evidenciado la dependencia del equipo de sus figuras clave y la falta de un plantel lo suficientemente amplio para suplir ausencias importantes.
Las lesiones de jugadores fundamentales han expuesto una realidad que Jardine y su cuerpo técnico ya habían detectado: la necesidad urgente de reforzar posiciones específicas para mantener la competitividad en los múltiples frentes que el América tiene por delante. La falta de variantes de calidad en momentos cruciales ha costado puntos importantes y ha sembrado dudas sobre la capacidad del equipo para mantener su hegemonía en el fútbol mexicano.
Consciente de esta situación, el periodista Jonatan Peña ha revelado que André Jardine ha tomado la firme decisión de comunicar a su directiva la imperiosa necesidad de incorporar refuerzos en posiciones clave. Una de las prioridades del estratega brasileño es la banda izquierda, una zona del campo donde considera que el equipo necesita un revulsivo, un jugador capaz de desequilibrar y aportar soluciones ofensivas.
Lejos de dejar la tarea de búsqueda de candidatos en manos exclusivas de la directiva, el propio André Jardine ha puesto un nombre específico sobre la mesa: Paulinho. El talentoso extremo brasileño, que ya había sido objeto del deseo del técnico en mercados anteriores, vuelve a ser la prioridad número uno para reforzar la banda izquierda del América de cara a la siguiente campaña.
La llegada de Paulinho a Coapa, sin embargo, se presenta como una operación más compleja que nunca. A principios de año, el futbolista brasileño concretó su fichaje por el Palmeiras por una cifra cercana a los 18 millones de dólares, una inversión considerable por parte del club paulista. Este movimiento dificulta significativamente una posible salida del jugador hacia el América, al menos en términos económicos.
A pesar de la inversión realizada por el Palmeiras, un factor podría abrir una pequeña ventana de esperanza para el América y las aspiraciones de Jardine. Según la información que llega desde Brasil, Paulinho no está gozando de la titularidad indiscutible en el conjunto paulista. Esta situación, aunque no garantiza una salida, podría generar cierta disposición por parte del jugador y del club a escuchar ofertas, especialmente si el proyecto deportivo del América resulta atractivo para el extremo.
Para concretar el fichaje de Paulinho, el América tendría que realizar una inversión considerable. Según Transfermarkt, el valor actual del futbolista brasileño, con pasado en clubes como el Bayer Leverkusen y el Botafogo, se sitúa en torno a los 17 millones de euros. Esta cifra, cercana a lo que el Palmeiras pagó por él, representaría un desembolso importante para el club mexicano, pero demostraría la firmeza de la directiva por complacer la petición de su entrenador y reforzar la plantilla con un jugador de calidad contrastada.
La calidad y el potencial de Paulinho no son desconocidos en el fútbol brasileño. El extremo compartió vestuario con las actuales estrellas del Real Madrid, Vinicius Jr. y Rodrygo Goes, en las categorías inferiores de la Selección Brasileña. Los tres eran considerados los máximos prospectos para liderar el futuro del fútbol carioca, lo que subraya el talento y las expectativas que siempre han rodeado a Paulinho. Si André Jardine logra convencer a la directiva americanista de realizar el esfuerzo económico necesario, el América podría sumar a sus filas a un jugador con un potencial comparable al de dos de los futbolistas más desequilibrantes del fútbol mundial.
05/05/2025
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