El día que Ramón Morales jugó un partido con Chivas lesionado
Ramón Morales dejó una postal que le inmortalizó en Chivas. Conoce la historia detrás de una de las leyendas rojiblancas
Ramón Morales es considerado como uno de los grandes ídolos que tiene Chivas del Siglo XXI. Una de las postales que muchos recuerdan es aquella noche en la que enfrentó el duelo ante Cruz Azul. Por lo que aquí te contaremos los detalles de aquella imagen que inmortalizó a Morales dentro de la historia del conjunto rojiblanco.
¿Qué partido se disputaba?
El duelo era entre Chivas y Cruz Azul en el Repechaje del Clausura 2003. Muchos aficionados rojiblancos recuerdan aquel duelo de ida debido a la pesadilla que significó. Ya que el partido se cerró con un Ramón Morales vendado y un partido abajo por 4-1 en el Estadio Azul.
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¿Cómo terminó aquella serie entre Chivas y Cruz Azul?
Aunque usted no lo crea, Chivas logró remontar una desventaja de 4 a 1 en el partido de vuelta. El Estadio Jalisco fue testigo de la épica remontada rojiblanca para empatar el marcador por 5 a 5. Lo cual dejó al Rebaño clasificar a la siguiente ronda debido a que el criterio del empate consistía en darle el pase a quien estuviera mejor posicionado dentro de la tabla general.
¿Qué le pasó a Ramón Morales en aquel partido?
En los últimos minutos del partido de ida, Ramón Morales intentó ganar el balón ante dos rivales cementeros sin éxito, pues este terminó lastimándose tras la caída. Los reportes oficiales indican que se debió a una luxación en el codo. Por lo que al no haber cambios, el futbolista se mantuvo jugando el resto del encuentro.
La razón por la que Morales continuó jugando
Ramón Morales indica que fue su deseo el mantenerse dentro del terreno de juego. Ya que el doctor le había recomendado salir del campo y dejar a su equipo en una desventaja numérica. Por lo que el futbolista decidió arriesgarse y seguir jugando el encuentro:
"El doctor me quería sacar porque era una parte peligrosa (la lesión en el codo) y no sé, el amor, el compromiso, el deseo, el coraje también que traía de no estar haciendo las cosas bien en el partido, no quería salir y seguí jugando. Lo volvería a hacer con mucho gusto y como pudiera".
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Sin duda alguna aquel partido se ganó el corazón de millones de aficionados. Por lo que Ramón Morales terminó por ser uno de los jugadores que, además de su talento, fue consagrado como ídolo de Chivas. Siendo su imagen y personalidad motivos de orgullo para los chivahermanos que todavía recuerdan aquella noche del 2003.
Por Carlos López - El Futbolero MX
