Enrique Meza, conocido cariñosamente como el 'Ojitos', es una de las figuras más respetadas y emblemáticas del fútbol mexicano. Nació el 2 de febrero de 1948 en la Ciudad de México, y su trayectoria es una de las más prolíficas y admiradas tanto por jugadores como por aficionados. A lo largo de su carrera, ha conseguido grandes logros por los equipos en los que ha dirigido, consolidándose como uno de los técnicos más influyentes del fútbol mexicano. Esta es la historia de un hombre cuya pasión por el deporte ha trascendido generaciones, y cuyo legado sigue vivo en cada rincón del país.
Aunque Enrique Meza tuvo una modesta carrera como jugador, fue en su transición a los banquillos donde encontró su verdadera vocación. Inició su carrera como portero, pero pronto supo que su talento para entender el juego lo llevaría a ser un referente desde el área técnica. Su debut como entrenador se dio con el Cruz Azul en la temporada 1982-1983, marcando el inicio de una larga y fructífera trayectoria.
El 'Ojitos' destacó por su visión táctica y su habilidad para motivar a los jugadores, cualidades que lo convirtieron en un líder dentro y fuera de la cancha. Aunque en sus primeros años no logró títulos importantes, fue labrando una reputación que lo llevaría a grandes equipos y a vivir momentos históricos.
Uno de los puntos más altos en la carrera de Enrique Meza llegó cuando asumió el mando del Toluca en 1997. En una época en la que el fútbol mexicano comenzaba a modernizarse, Meza implementó un estilo ofensivo y dinámico que revolucionó al equipo choricero. Con Toluca, el 'Ojitos' ganó tres títulos de liga en los torneos Verano 1998, Verano 1999 y Verano 2000, consolidándose como uno de los mejores entrenadores del país. Bajo su mando, jugadores como José Saturnino Cardozo brillaron, convirtiendo al equipo en una auténtica potencia de la Liga MX.
Posteriormente, Meza tomó las riendas del Pachuca en 2006, donde continuó su camino de éxitos. Con los Tuzos, logró uno de los títulos más importantes en la historia del fútbol mexicano, la Copa Sudamericana en 2006. Este triunfo fue histórico no solo para Pachuca, sino para todo el fútbol mexicano, al ser el primer equipo de la Liga MX en conquistar un torneo sudamericano. A esto se sumaron dos títulos de la Liga de Campeones de la CONCACAF en 2007 y 2008, lo que reforzó su prestigio como técnico internacional.
En 2000, Meza fue nombrado director técnico de la Selección Mexicana, un reto que representaba el sueño de todo entrenador. Sin embargo, su paso por el Tri no fue el esperado. A pesar de sus éxitos a nivel de clubes, la presión y las expectativas fueron demasiado altas. En 2001, tras una serie de malos resultados, incluido un desastroso 0-3 contra Inglaterra en el Estadio Azteca y una derrota 1-2 ante Honduras en las eliminatorias mundialistas, Enrique Meza dejó el cargo. Su breve etapa al frente de la selección dejó una lección importante sobre las complejidades de dirigir al combinado nacional, pero no empañó su brillante carrera en clubes.
Más allá de los títulos, lo que distingue a Enrique Meza es su particular filosofía de juego. Fiel creyente en el fútbol ofensivo y de posesión, sus equipos siempre han sido reconocidos por priorizar el buen trato del balón y la creatividad en el campo. Sin embargo, no solo se trata de táctica. Meza es un formador de personas, un líder que ha sabido inculcar valores de disciplina, trabajo en equipo y respeto en sus jugadores. Muchos futbolistas que pasaron por sus equipos lo recuerdan como un mentor, alguien que no solo les enseñó a jugar mejor, sino a ser mejores personas dentro y fuera de la cancha.
A lo largo de su carrera, Enrique Meza dirigió a varios de los equipos más importantes de México. Entre ellos, además del Toluca y Pachuca, destacan Cruz Azul, donde tuvo tres periodos como técnico (1982-1983, 1992-1995, y 2009-2012), Morelia, Atlas, Puebla y Veracruz. Con un total de 782 partidos dirigidos en la Liga MX, es uno de los entrenadores con más encuentros disputados en el fútbol mexicano, consolidando su lugar en la historia del balompié nacional.
A pesar de los altibajos, el 'Ojitos' ha sabido mantenerse vigente en un deporte que evoluciona constantemente. Su legado va más allá de los trofeos, ya que es reconocido por su capacidad para inspirar y formar jugadores, muchos de los cuales han pasado a ser leyendas del fútbol mexicano.
Enrique Meza no solo es uno de los entrenadores más laureados en la historia del fútbol mexicano, sino también uno de los más queridos. Su carisma, humildad y pasión por el juego lo han convertido en una figura entrañable, tanto dentro como fuera del campo. Con su legado asegurado, el 'Ojitos' sigue siendo un referente y una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de entrenadores y futbolistas.
La historia de Enrique Meza es un testimonio de la grandeza del fútbol mexicano y de la importancia de los valores dentro del deporte. En cada equipo que dirigió, en cada título que ganó, dejó una marca imborrable, y aunque ya no esté en los banquillos, su influencia sigue presente en cada rincón del fútbol mexicano.
El palmarés de Enrique Meza es impresionante, con múltiples títulos tanto en el ámbito nacional como internacional, siendo uno de los entrenadores con más títulos en la primera división en México. Entre sus logros más destacados como entrenador se incluyen:
La versatilidad y experiencia de Enrique Meza lo llevaron a dirigir una amplia gama de equipos en el máximo circuito de México, incluyendo:
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