¿Fue mal perdedor? Lo que hizo Ángel Correa con la medalla de subcampeón tras la final Tigres vs Toluca
El delantero falló su segundo penal en la serie y su reacción al recibir la medalla no pasó desapercibida.
El argentino, Ángel Correa, este 14 de diciembre del presente año conoció lo que fue perder una final en el fútbol mexicano, su nombre quedó en el centro de las críticas al fallar el penalti decisivo con el que el cuadro felino cayó en tanda de penaltis. Aún así, su comportamiento en la derrota fue admirable, recibió su medalla de subcampeón y evitó todo gesto de desprecio hacia el segundo lugar.
La Prueba de su Profesionalismo: El Momento Capturado por RG La Deportiva
El penal fallado y la presión del momento
El delantero asumió la responsabilidad de lanzar desde los once pasos su segundo penal después de haber anotado el primero. Sin embargo, en la segunda chance, erró su tipo, no sólo pesando en el resultado final, sino también en lo anímico, al tratarse del tiro decisivo.
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Un gesto que habla de profesionalismo
Al ser un 'viejo lobo de mar', las imágenes captadas por 'RG La Deportiva' son contundentes: Ángel Correa, el señalado por el penal decisivo, no se quitó la medalla ni hizo un solo aspaviento de frustración. Mantuvo el metal de subcampeón al cuello, mostrando respeto por la competencia y el valioso segundo lugar.
Su comportamiento individual fue admirable, y se alineó con la acción de todo el plantel y cuerpo técnico, quienes se mantuvieron en el terreno de juego hasta el final en señal de respeto al nuevo bicampeón de México.
Saber perder también es parte del liderazgo
No cabe duda que a esos niveles, el aceptar una derrota, especialmente después de ser el 'villano', es una señal de madurez. Y es que debemos recordar, el argentino ya pasó por momentos similares de tensión; formó parte del plantel del Atlético de Madrid que cayó en la final de la Champions League de 2016 ante el Real Madrid.
Aunque no disputó minutos en ese juego, esa experiencia europea en partidos de máxima tensión le ha dado la madurez para manejar la frustración en México.
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Más allá del resultado y del penal fallado, Ángel Correa dejó en claro que la derrota también se honra, enviando un mensaje de profesionalismo en una noche difícil. Su acción con la medalla no solo honró al rival, sino que sirvió como un bálsamo de dignidad para una afición felina golpeada. Ahora, el mensaje está claro: la afición espera que esta madurez se traduzca pronto en el liderazgo necesario para superar la sequía y lograr el ansiado título de Liga MX el siguiente año.
Por: Angel Vieyra- El Futbolero MX.
