Por Javier Vaca
Una vez más, la polémica arbitral se hizo presente en el fútbol mexicano, esta vez durante el encuentro de ida de los cuartos de final del Clausura 2025 entre Necaxa y Tigres. Una jugada específica en los minutos finales del compromiso desató la controversia y el debate sobre la correcta aplicación del reglamento por parte del árbitro central Óscar Mejía y la revisión del Video Assistant Referee (VAR).
En los instantes finales del partido disputado en el estadio Victoria, tras un remate dentro del área con dirección al arco de Tigres, el jugador felino Ozziel Herrera desvió la trayectoria del balón con su mano. A pesar de la claridad de la acción, el árbitro Óscar Mejía determinó que no existía infracción penal, incluso después de que la jugada fuera revisada por el VAR, generando la incredulidad y el reclamo por parte del equipo y la afición del Necaxa.
La respuesta al título de esta nota se encuentra en el análisis del ex árbitro y analista arbitral Felipe Ramos Rizo, quien fue contundente al señalar que la jugada debió haber sido sancionada como penal en favor del Necaxa. Según su interpretación de las imágenes y el reglamento, en ningún momento el balón impacta previamente en alguna otra parte del cuerpo de Ozziel Herrera antes de hacer contacto con su mano dentro del área.
De acuerdo con la regla establecida por el reglamento arbitral internacional, cuando el balón golpea directamente la mano de un jugador dentro de su propia área e interfiere de manera deliberada en su dirección hacia la portería, la acción debe ser sancionada con un tiro penal. Esta norma no fue aplicada por Óscar Mejía en la jugada protagonizada por Ozziel Herrera, lo que terminó perjudicando al Necaxa en el partido de ida al mantener el empate sin goles en el marcador.
La decisión de Óscar Mejía de no señalar la pena máxima a favor del Necaxa generó una ola de críticas y cuestionamientos sobre la labor arbitral en este encuentro crucial de la liguilla. La claridad de la mano de Ozziel Herrera, sumada a la revisión del VAR que tampoco corrigió la decisión inicial, alimentó la polémica y la sensación de injusticia por parte del equipo local.
Esta controversia arbitral se suma a una larga lista de jugadas polémicas que han marcado las fases finales del fútbol mexicano en torneos recientes. La inconsistencia en la aplicación del reglamento y la disparidad de criterios en jugadas similares continúan generando debate y afectando el desarrollo de los partidos, sembrando dudas sobre la transparencia y la equidad de la competencia.
El partido de vuelta entre Tigres y Necaxa estará marcado por esta polémica arbitral. El equipo hidrocálido buscará revertir el marcador adverso, pero la sensación de haber sido perjudicados en el encuentro de ida podría influir en su ánimo y en la manera en que afronten el siguiente compromiso. La actuación del arbitraje en el partido de vuelta será observada con lupa por la afición y los medios de comunicación.
12/05/2025
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