Por Javier Vaca
La Iglesia Católica ha dado la bienvenida a su nuevo líder, Robert Prevost, quien asumirá el nombre de León XIV. Este cambio en el Vaticano trae consigo la remembranza de su predecesor, el Papa Francisco, conocido por su público afecto hacia el fútbol. Sin embargo, según reportes de la prensa italiana, el deporte que realmente apasiona al recién nombrado Sumo Pontífice se inclina hacia una disciplina diferente, marcando un contraste en las aficiones deportivas de los líderes religiosos.
A pesar de haber residido durante varios años en Perú, una nación donde el fútbol también goza de gran popularidad, Robert Prevost ha manifestado una clara preferencia y afición por el tenis, una inclinación deportiva más común en su país de origen, Estados Unidos. Esta revelación sorprende a muchos, considerando la fuerte tradición futbolística tanto en Argentina, la tierra natal de Francisco, como en Perú, donde Prevost desarrolló parte de su labor eclesiástica.
La marcada afición del nuevo Papa León XIV por el tenis es el punto central de esta nota. En declaraciones previas, Robert Prevost había expresado su gusto por este deporte de raqueta, señalando incluso su deseo de haberlo practicado de manera más activa. Sin embargo, reconoció que debido a su edad y a las exigencias de su ministerio, la posibilidad de dedicarse al tenis de forma regular se tornaba improbable.
El contraste entre la afición futbolera de Francisco y la pasión tenística de León XIV ofrece una perspectiva interesante sobre las diferentes personalidades y gustos de los líderes de la Iglesia Católica. Mientras que el Papa argentino no ocultó su simpatía por el Club San Lorenzo y el fútbol en general, su sucesor parece encontrar su deleite deportivo en el mundo del tenis, un deporte con una tradición y seguimiento importantes a nivel global.
Esta diferencia en las preferencias deportivas podría generar anécdotas y comparaciones curiosas entre los fieles y los medios de comunicación. La imagen de un Papa futbolero como Francisco contrastará con la de un pontífice aficionado al tenis como León XIV, añadiendo un matiz interesante a la percepción pública de ambos líderes religiosos y sus vínculos con el mundo del deporte.
Aunque el fútbol es un deporte de masas con una enorme influencia cultural en gran parte del mundo, el tenis también cuenta con una gran base de seguidores y figuras icónicas a nivel global. La afición de León XIV por el tenis podría incluso generar un mayor acercamiento de la Iglesia Católica hacia los seguidores de este deporte, abriendo nuevas vías de diálogo e interacción.
En definitiva, mientras el recuerdo de Francisco como un Papa cercano al fútbol perdurará, la revelación de la pasión de León XIV por el tenis añade una nueva dimensión al perfil deportivo de los líderes de la Iglesia Católica. Esta diferencia en sus gustos personales subraya la diversidad de intereses que pueden coexistir en figuras de gran relevancia mundial, conectándolos con diferentes segmentos de la sociedad a través de sus aficiones.
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025
11/05/2025