Por Javier Vaca
Tras el gol de Cruz Azul en el emocionante partido de vuelta de los cuartos de final de la Concacaf Champions Cup, la lupa se posó inevitablemente sobre los jugadores del Club América involucrados en la jugada que significó la apertura del marcador para el conjunto cementero. Si bien el joven defensor Ramón Juárez fue señalado por la pérdida del balón en la zona medular que originó el contragolpe, los análisis posteriores revelaron que no fue el único elemento azulcrema que quedó en el ojo de la tormenta tras la anotación de Ángel Sepúlveda.
Los comentaristas de la cadena TUDN, encargados de la transmisión del Clásico Joven, coincidieron en señalar que, además del error de Juárez en la recuperación del esférico, existió una falta de contundencia y una posible responsabilidad por parte del guardameta Luis Ángel Malagón en el desenlace de la jugada. Tanto el histórico Carlos Reinoso como el narrador Andrés Vaca analizaron la repetición del gol de Sepúlveda, asegurando que, si bien el remate del delantero celeste llevaba colocación, Malagón pudo haber reaccionado de mejor manera para evitar que el balón terminara en el fondo de la portería americanista.
Las críticas hacia la colocación y reacción de Luis Ángel Malagón en jugadas de contragolpe y remates cruzados no son nuevas, ya que tanto con el Club América como en algunos partidos con la Selección Mexicana, se le ha señalado por ciertas dudas en este tipo de acciones. El gol de Ángel Sepúlveda con Cruz Azul revivió este debate entre la afición y los analistas, quienes consideran que un portero de su calidad debe mostrar mayor seguridad y efectividad en este tipo de disparos, especialmente en un clásico de alta exigencia como el que se vivió en el Estadio Ciudad Universitaria.
Sin embargo, es importante destacar que, a partir del gol de Cruz Azul, Luis Ángel Malagón mostró una notable capacidad de reacción y un crecimiento en su desempeño bajo los tres palos del Club América. A pesar del error que significó el tanto cementero, el guardameta azulcrema comenzó a ganar protagonismo en el compromiso, mostrando mayor seguridad en sus intervenciones y realizando atajadas importantes que evitaron que la ventaja de Cruz Azul se ampliara, reivindicándose tras el momento adverso y demostrando su fortaleza mental.
Si bien el error individual de Ramón Juárez en la pérdida del balón fue el detonante del contragolpe que culminó en el gol de Cruz Azul, es innegable que la desatención en esa zona desestabilizó momentáneamente la solidez que habitualmente muestra la línea defensiva del Club América. La desconcentración en ese instante permitió que los atacantes cementeros encontraran espacios y generaran una jugada de peligro que terminó en el fondo de la portería, evidenciando que incluso la defensa americanista, habitualmente confiable, puede tener momentos de vulnerabilidad en partidos de alta tensión.
La jugada del gol de Cruz Azul dejó en evidencia que en el fútbol, incluso los equipos más sólidos, pueden cometer errores que terminan costando caro. Tanto la pérdida de balón de Ramón Juárez como la posible falta de reacción de Luis Ángel Malagón fueron factores que contribuyeron a la anotación cementera, sirviendo como un recordatorio de que la concentración y la efectividad deben ser máximas en cada instante del partido, especialmente en encuentros de la magnitud de un clásico en instancias decisivas de un torneo continental como la Concacaf Champions Cup.
14/05/2025
14/05/2025
14/05/2025
14/05/2025
14/05/2025
14/05/2025
14/05/2025
14/05/2025
13/05/2025
13/05/2025
13/05/2025
13/05/2025
13/05/2025
13/05/2025
13/05/2025
13/05/2025
13/05/2025
13/05/2025