Ofrece $ 800 millones para comprar a Chivas, pero su única condición es fichar extranjeros para el Rebaño

El magnate qué podría comprar Chivas pero su condición es poner extranjeros en el equipo. Carlos Slim

Javier Hernández durante derrota de Chivas
Javier Hernández durante derrota de Chivas
Foto de Javier  Vaca
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A lo largo de la historia del fútbol mexicano han existido rumores y propuestas que pudieron cambiar el rumbo de algunos clubes, pero pocas tan sonadas como la que involucró a Carlos Slim con el Guadalajara. Según diversas versiones, el empresario más poderoso de México habría puesto sobre la mesa la impresionante cifra de 800 millones de dólares para comprar a las Chivas. Sin embargo, lo que más llamó la atención no fue el dinero, sino la condición que Slim habría puesto: acabar con la tradición de jugar únicamente con futbolistas mexicanos y abrirle la puerta a los extranjeros.

Para muchos aficionados, esa propuesta era casi impensable. Chivas no solo es uno de los equipos más populares del país, también se distingue por su identidad única: jugar únicamente con mexicanos. Esa filosofía lo ha convertido en un símbolo del fútbol nacional, algo que ni sus épocas de crisis han logrado cambiar. Imaginar a jugadores extranjeros vistiendo la camiseta rojiblanca era, para gran parte de la afición, una traición a la esencia del club. Y aunque la propuesta de Slim pudo haber traído grandes inversiones y figuras internacionales, también significaba romper con más de 100 años de historia.

El tema tomó más fuerza porque, en ese entonces, la familia Vergara era la dueña del club y muchos pensaban que en algún momento aceptarían vender. Jorge Vergara, en vida, dejó claro que defendería la tradición del Rebaño, y tras su fallecimiento, Amaury Vergara continuó con la misma postura. La oferta de Slim, según varias fuentes, se quedó únicamente en pláticas y nunca se concretó, en parte porque Chivas no estaba dispuesto a negociar su filosofía. El Rebaño podía pasar por problemas deportivos o económicos, pero abrir la puerta a extranjeros no era una opción.

Al final, la supuesta compra quedó en una anécdota más de las muchas que rodean a Chivas. La afición, en su mayoría, respiró tranquila al saber que el club mantendría su tradición, aunque algunos también se quedaron pensando en lo que pudo haber sido con la inversión de Slim. Se habrían convertido en un club todavía más competitivo a nivel internacional, nunca lo sabremos. Lo cierto es que, entre rumores, ofertas y condiciones, la historia terminó con Chivas en manos de la familia Vergara y con su identidad intacta: un equipo de mexicanos para los mexicanos.

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