Ricardo Salinas Pliego, figura prominente del empresariado mexicano, se encuentra en el ojo del huracán deportivo. Su gestión como propietario de dos equipos de la Liga MX, Mazatlán FC y el Club Puebla, ha estado marcada por una persistente falta de resultados positivos. A pesar de sus inversiones y esfuerzos por consolidar proyectos competitivos, ambos clubes han navegado en la parte baja de la tabla, generando frustración en la afición y, ahora, un considerable impacto económico en sus arcas.
En un intento por reestructurar su portafolio deportivo, trascendió el interés de Ricardo Salinas por desprenderse de uno de sus equipos. Sin embargo, hasta el momento, las negociaciones no han prosperado, dejando al empresario como responsable directo de las consecuencias deportivas de sus clubes. Esta situación lo obliga a asumir los costos derivados del bajo rendimiento de Mazatlán y Puebla, especialmente en lo referente a las multas económicas establecidas por el reglamento de la Liga MX para castigar a los equipos con los peores cocientes.
El Clausura 2025 ha sido particularmente adverso para los equipos de Ricardo Salinas en términos de rendimiento porcentual. Mazatlán FC y el Club Puebla se han posicionado como los dos peores equipos en la tabla de cocientes, un indicador que promedia el rendimiento de los clubes a lo largo de varios torneos para evitar el descenso directo (abolido en la Liga MX, pero reemplazado por estas sanciones económicas). Puebla cerró el torneo con un cociente de 95 puntos, mientras que Mazatlán se hundió aún más, acumulando tan solo 93 unidades en este rubro.
El reglamento de la Liga MX establece un sistema de multas económicas significativas para los equipos que finalizan en los últimos lugares de la tabla de cocientes. Estas sanciones buscan incentivar la competitividad y castigar la mediocridad deportiva. En el caso del Clausura 2025, Puebla, al ubicarse en el penúltimo lugar, deberá afrontar una multa considerable, estimada en 47 millones de pesos. La situación de Mazatlán es aún más gravosa, ya que al culminar como el peor equipo en el cociente, la multa que deberá pagar asciende a la impactante cifra de 80 millones de pesos.
Con ambos equipos firmemente anclados en los últimos lugares de la tabla de cocientes, Ricardo Salinas Pliego deberá asumir personalmente el desembolso de estas millonarias multas. La suma total que deberá pagar el empresario por el bajo rendimiento de Mazatlán y Puebla asciende a la considerable cantidad de 127 millones de pesos. Este golpe económico representa un duro revés financiero y subraya el alto costo de la falta de resultados deportivos en la Liga MX, especialmente para los propietarios de equipos que no logran alcanzar un nivel competitivo constante. La interrogante ahora radica en cómo esta situación afectará la gestión futura de sus clubes y si se implementarán cambios significativos para evitar repetir estos costosos fracasos en las próximas temporadas.
06/05/2025
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