El sacudón de Lozano, en plena copa Oro, sacaría a un mimado, aunque le cueste el puesto

Jaime Lozano quiere aprovechar su interinato como director técnico del Tri y demostrar que si las cosas se hacen bien desde el banquillo es más sencillo que el equipo tenga buenas resultados, en un intento por convencer a los directivos que es el estratega ideal para hacerse cargo del proceso rumbo al Mundial 2026.

Jimmy hizo cambios en cuanto llegó sentando a algunos de los becados en etapas pasadas y dando oportunidad a los juveniles que tuvo bajo su mando en el bronce ganado durante Tokio 2020, aunque todavía vendría uno de los movimientos más abruptos, pues no sería del agrado de quienes manejan el fútbol mexicano.

Lozano no estaría conforme con Edson Álvarez, quien cada que juega con la Selección Mexicana se convierte en un jugador que no da el ancho, como en Rusia 2018, Qatar 2022 o la reciente Liga de Naciones de la Concacaf, por lo que el entrenador podría considerar a futuro la incorporación de Víctor Guzmán para romper con los vetos y manejos que han fracturado la interna del Tricolor por décadas.

Aunque Diego Cocca argumentó que no le gustaba el estilo de juego de Guzmán, trascendió que las marcas y patrocinadores no estarían de acuerdo en que se convoque al capitán del Guadalajara porque no quieren ser asociadas con una persona que tuvo un caso de doping en años pasados porque afectaría a su imagen.