Los jugadores tenían en Diego Cocca al chivo expiatorio perfecto, pues sabían que podían echarle encima la culpa por los malos resultados y que siempre es más fácil que corran a uno que a 23, pero con la llegada de Jaime Lozano no tienen más pretextos, e incluso perdieron ante uno de las versiones menos efectivas de Qatar.
Los futbolistas del Tri incluso impusieron su ley en el vestidor y luego de que en Las Vegas, durante la Liga de Naciones de la Concacaf, donde también fracasaron, se quejaron porque la concentración estaba lejos de los restaurantes y los centros de diversión, por lo que ahora estuvieron cerca de California, donde permanecerán hasta los últimos días de la semana ante el descanso hasta el próximo sábado para los Cuartos de final.
De acuerdo con el periodista David Medrano, la logística en la Copa Oro incluyó cercanía a los puntos de interés de la ciudad, petición que casi fue un chantaje de lo jugadores, que ni con todo y lujos de vuelta pudieron vencer al combinado árabe, ni siquiera hacerle un gol.
No le tendieron la cama a Cocca
Con la derrota ante Qatar la única buena noticia es que desaparecen las teorías que sostenían a los jugadores como responsables del despido de Cocca luego de tenderle la cama, la mala es que México sigue sin tocar fondo y ahora cayó ante una de las peores versiones de una selección para nada competitiva.
