La Selección Mexicana dio uno de los peores partidos que se han visto en los últimos años. Ni un sólo futbolista de los que alinearon o entraron desde la banca se comprometió previo al encuentro en sus declaraciones en comparación con los seleccionados de Estados Unidos y en el terreno de juego todos desaparecieron y la frustración incluso provocó a un par de expulsiones con conato de bronca incluido.
El primero en irse del campo fue César Montes luego de una patada injustificada en tres cuartos de cancha, cuando el marcador ya estaba dos a cero a favor de las barras y las estrellas, pero a cinco minutos del silbatazo final, Gerardo Arteaga se volvió loco tras engancharse con Sergiño Dest y provocar una trifulca con el tercer gol a cuestas.
El lateral del Tricolor empujó al defensa estadounidense en un intento por hacer rápido un saque de banda y el jugador que pertenece al Barcelona no se dejó intimidar y le dijo “Vente” a Arteaga para hacerle frente tras el primer conato e iniciar la segunda campal de la noche, la cual dejó otro par de expulsados, uno por equipo, y terminó por ensuciar un juego para el olvido.
La afición se cansó del Tri
Ante el resultado y la falta de juego o una mínima oposición de resistencia ante USA, la afición del TRi expresó su molestia haciendo a todo pulmón el grito homofóbico, lo cual provocó que el central decidiera terminar antes de tiempo el encuentro.
