Por Javier Vaca
Ronaldinho, el astro brasileño cuya magia en el campo dejó una huella imborrable en el fútbol mundial, experimentó de cerca el talento mexicano, tanto compartiendo vestuario con jugadores aztecas como disfrutando de la pasión de la Liga MX durante su paso por el Querétaro. Sin embargo, la admiración que profesa por un futbolista mexicano en particular se remonta a un encuentro trascendental en la Copa Confederaciones de 1999, un torneo que transformó su percepción del potencial futbolístico de México. Aquel certamen, donde la selección mexicana brilló con luz propia, dejó una marca imborrable en la memoria del joven Ronaldinho.
Durante un evento especial, años después de aquel memorable encuentro, Ronaldinho, invitado de lujo, reveló públicamente su profunda admiración por Cuauhtémoc Blanco, el carismático y talentoso delantero mexicano al que enfrentó en la final de la Copa Confederaciones 1999. Aquel partido, donde México se impuso a Brasil en un duelo vibrante, dejó una impresión indeleble en el joven Ronaldinho, quien quedó cautivado por la habilidad, la personalidad y el liderazgo de Blanco. La imagen de aquel delantero mexicano, desafiando a la poderosa selección brasileña, quedó grabada en su memoria.
"Dinho" aseguró que, para él, Cuauhtémoc Blanco es mucho más que un jugador; es un ídolo, un futbolista que dejó una huella imborrable en la cancha con su talento inigualable y su carácter indomable. Estas palabras fueron pronunciadas por el brasileño previo a un partido benéfico en el que ambos participaron, donde tuvo la oportunidad de compartir nuevamente con el ahora gobernador de Morelos, quien recibió con gratitud los elogios de su colega. La admiración del brasileño por la leyenda mexicana fue evidente.
En una conferencia de prensa, Ronaldinho profundizó en su admiración por Cuauhtémoc Blanco, describiéndolo como un rival formidable y lamentando la lesión que truncó su posible llegada al fútbol europeo. El brasileño expresó su convicción de que Blanco habría deslumbrado al público europeo con su talento excepcional y su estilo de juego único, una mezcla de picardía, habilidad y garra. Más allá de considerarlo un ídolo, Ronaldinho enfatizó la amistad que los une, resaltando la calidad humana del ex delantero mexicano y la conexión especial que forjaron a través de los años.
Las palabras de Ronaldinho hacia Cuauhtémoc Blanco trascienden el mero reconocimiento deportivo; revelan una admiración genuina y profunda por el ex delantero mexicano. La Copa Confederaciones de 1999 marcó un antes y un después para el brasileño, quien quedó impactado por el talento y la personalidad del "Temo". La admiración de Ronaldinho por Cuauhtémoc Blanco trasciende lo futbolístico, consolidando una amistad que perdura a través del tiempo y que se manifiesta en cada encuentro público entre ambas leyendas del fútbol, recordando aquellos duelos donde el talento mexicano brilló con luz propia.
21/05/2025
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