Por Javier Vaca
Guillermo Ochoa no quiere quedarse sin irse al Mundial del 2026 y ante Honduras en Toluca el portero mexicano estuvo desde la zona técnica cumpliendo un nuevo rol, siendo otro más de los asistentes de Javier Aguirre en la Selección Mexicana. Ochoa es consciente de que podría ser banca tras el buen trabajo de Luis Malagón.
La Selección Mexicana está viviendo una nueva era, y con ella, un cambio de roles para sus figuras más emblemáticas. Guillermo Ochoa, el histórico portero del Tri, ha dejado de ser simplemente un guardameta para convertirse en un líder integral, tanto dentro como fuera del campo. En el reciente encuentro, Memo se ubicó en la zona técnica junto a Rafa Márquez y Javier Aguirre, demostrando su compromiso y visión de futuro para el equipo.
No es la primera vez que un portero mexicano asume un rol de liderazgo más allá de la portería. En el pasado, figuras como Jorge Campos, Óscar Pérez y el propio Rafa Márquez han combinado su rol de jugadores con funciones de liderazgo y dirección técnica. Con Ochoa siguiendo esta misma línea, se consolida una tradición en el fútbol mexicano de potenciar a los porteros como referentes.
El nuevo rol de Ochoa como líder del Tri abre un abanico de posibilidades para el futuro del fútbol mexicano. Su experiencia y conocimiento pueden ser fundamentales para la formación de las nuevas generaciones de jugadores y para el desarrollo de un estilo de juego más ofensivo y efectivo.
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024
07/12/2024