Por Javier Vaca
La Selección Nacional de México, aunque ganó ante la Selección Nacional de República Dominicana en su debut en la Copa Oro 2025, volvió a mostrar falencias, sobre todo en el sector defensivo. Este aspecto del juego, que ha sido recurrente en los últimos partidos del combinado nacional, genera preocupación en el cuerpo técnico. La victoria no ocultó las áreas de oportunidad que el equipo deberá trabajar intensamente para los siguientes encuentros del torneo, buscando una mayor solidez en todas sus líneas, según el análisis de los expertos.
De acuerdo con el periodista Rubén Rodríguez, se abrió un cortocircuito entre la dirección que le da Javier Aguirre a los seleccionados mexicanos y las propuestas de Rafael Márquez, su asistente técnico. Esta divergencia de ideas en el banquillo podría generar tensión en la toma de decisiones. La cohabitación de dos perfiles con visiones tácticas distintas siempre representa un desafío para cualquier cuerpo técnico, y en el caso del Tri, esta situación podría influir en el desempeño del equipo durante la Copa Oro.
Durante el partido ante los dominicanos, se apreció cómo Rafael Márquez se mostraba muy molesto por la forma en la que la Selección Nacional de México se quedaba muy replegada en su propia área y les pedía a los jugadores que adelantaran las líneas. Este gesto visible de frustración del "Káiser de Michoacán" en el banquillo, manifestando su desacuerdo con la estrategia adoptada, podría haber molestado a Javier Aguirre. La inconformidad de Márquez sugiere una disparidad en las filosofías de juego entre el estratega principal y su auxiliar.
Javier Aguirre, por su estilo, siempre prefiere ser un poco más cauteloso y permitía que los jugadores se replegaran en su propia área, priorizando la seguridad defensiva. De acuerdo con Rubén Rodríguez en su columna en Mediotiempo, el "Káiser de Michoacán" Rafael Márquez prefiere un juego más vistoso, al salir jugando desde la portería con balón a pie, una escuela de pensamiento más cercana a la filosofía barcelonista. Esta diferencia táctica marca una clara distinción en sus enfoques sobre cómo debe jugarse al fútbol.
Todo lo contrario ocurre con el "Vasco" Javier Aguirre, quien prefiere que el balón esté en el área contraria y que el equipo sea más directo en su juego ofensivo. Esta situación, según el periodista deportivo Rubén Rodríguez, conformaría un cortocircuito entre ambos entrenadores, afectando directamente a los jugadores quienes son los que reciben las órdenes contradictorias. La posible falta de unidad en el mensaje táctico podría generar confusión en el campo, lo que sería perjudicial para el rendimiento de la Selección Nacional de México en la Copa Oro.
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