Por Sebastián Veliz
Los problemas de racismo parecen estar cada vez más presentes en las canchas del fútbol europeo, ya que durante esta semana vimos como la parcialidad del Atlético de Madrid le cantaba canciones al delantero del Real Madrid, Vinicius Junior y en esta oportunidad un episodio similar tendría lugar en un encuentro de la Serie A.
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Durante este sábado en medio del duelo entre el Udinese ante el AC Milán fue que el portero francés Mike Maignan se marcharía a los vestuarios a la media hora de compromiso al recibir una gran cantidad de insultos racistas desde las gradas del equipo local, pero volvería minutos después con sus compañeros para reanudar el partido.
El portero de 28 años avisaría en numerosas oportunidades al árbitro del cotejo, Fabio Maresca, que estaba recibiendo muchos insultos por parte de la fanaticada hasta que se hartaría de la situación y emprendería rumbo al vestuario, provocando una pausa durante el partido.
Tras la vuelta de Maignan fue que los Rossoneri se pondrían en ventaja gracias al gol del mediocampista inglés Ruben Loftus-Cheek, momento en que los jugadores locales le pedirían explicaciones a su propia afición, reanudando nuevamente el partido.
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El colegiado de la contienda, Favio Mareca avisaría luego que en caso de que se vuelvan a interrumpir el partido por insultos racistas el partido sería suspendido definitivamente, por lo que no se volvieron a escuchar gritos y el equipo local se pondría en la tarea de dar vuelta el marcador.
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