Por Javier Vaca
Con la llegada de Miguel Herrera a Tigres se esperaba un cambio positivo en el equipo luego de una década al mando de Ricardo Ferretti, sin embargo, durante la pretemporada el equipo del Piojo ha dejado más dudas que esperanzas de ver unos Tigres vistosos y que goleen a sus rivales, algo que ofreció al llegar a Nuevo León.
Las complicaciones en el sistema táctico y sumado a las ausencias de jugadores por estar prestados a la selección dejan ver un Tigres mermado y que no tiene recambios en el caso de una lesión o suspensiones. Miguel Herrera podría verse afectados sustancialmente por la falta de los franceses.
A la interna de Tigres se habla de que Miguel Herrera no quiso ceder a los dos elementos, pero la orden llegaría desde la alta cúpula en la que los directivos felinos buscan resaltar la presencia del nombre del equipo y que mejor si Gignac y Thauvin vienen con el oro.
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La no presencia de André-Pierre Gignac afecta mucho en la configuración del grupo dado que el francés era la voz de mando de Miguel Herrera. El DT mexicano usaba en todos los discursos las palabras de Gignac con el fin de que se vaya apersonando del grupo, dado que todos sus compañeros lo respetan.
Sin ese vínculo, para Miguel Herrera el grupo se le está yendo de las manos, pues tal parece que más le hacen caso a Guido Pizarro su capitán y no al entrenador. Gignac por ausencia y Pizarro por rebelde serian dos jugadores que le ponen el pie al Piojo para que pueda trascender con Tigres.
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