Desde apagones inesperados hasta intervenciones del público, la Liga MX ha sido escenario de partidos que se han extendido más allá del tiempo reglamentario debido a diversas interrupciones. Estos eventos no solo ponen a prueba la resistencia de los jugadores, sino que también desafían la paciencia de los aficionados y la logística de los organizadores. Acompáñanos a explorar algunos de los partidos más largos en la historia reciente de la Liga MX, marcados por lesiones y la intervención del público.
El 14 de febrero de 2025, durante la séptima jornada del Clausura, América recibió a Necaxa en el Estadio Ciudad de los Deportes. El encuentro se vio interrumpido al minuto 37 debido a una falla en el sistema de iluminación del estadio, lo que provocó una pausa de aproximadamente 23 minutos. Esta interrupción ocurrió después del segundo gol de Necaxa, anotado por Diber Cambindo al minuto 31. A pesar de la pausa, el partido se reanudó y culminó con una victoria sorpresiva de Necaxa por 3-2, gracias a un gol en el último minuto.
En marzo de 2023, durante un enfrentamiento entre Atlas y Tigres en el Estadio Jalisco, el partido fue interrumpido por más de 30 minutos debido a disturbios en las gradas. Aficionados de ambos equipos invadieron el campo, lo que obligó a las autoridades a intervenir y a los jugadores a retirarse temporalmente al vestuario. Tras restablecer el orden, el encuentro se reanudó y finalizó con un empate 1-1.
En octubre de 2024, Cruz Azul enfrentó a Pumas en el Estadio Azteca. Durante el segundo tiempo, una colisión entre dos jugadores resultó en una lesión grave que requirió la atención médica en el campo durante más de 15 minutos. Este incidente prolongó el tiempo añadido, llevando el partido a extenderse significativamente más allá de los 90 minutos reglamentarios. Finalmente, Cruz Azul se impuso con un marcador de 2-1.
La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) ha implementado diversos protocolos para manejar interrupciones durante los partidos. Según el Reglamento de Seguridad para Partidos Oficiales, en caso de fallas en el alumbrado, el árbitro debe suspender temporalmente el encuentro hasta que se restablezcan las condiciones adecuadas. Asimismo, en situaciones donde la seguridad de los jugadores o aficionados esté en riesgo debido a disturbios, el partido puede ser suspendido o incluso cancelado.
Las interrupciones prolongadas no solo afectan el ritmo del juego, sino que también tienen un impacto psicológico y físico en los jugadores. Las pausas inesperadas pueden provocar enfriamiento muscular, aumentando el riesgo de lesiones. Para los aficionados, estas interrupciones pueden generar frustración y alterar la experiencia del espectáculo deportivo.
En agosto de 2022, durante un enfrentamiento entre Monterrey y Guadalajara en el Estadio BBVA, el partido fue interrumpido debido a una tormenta eléctrica. La intensa lluvia y los relámpagos obligaron a detener el encuentro por aproximadamente 40 minutos. Tras la reanudación, Monterrey logró una victoria ajustada de 1-0.
En abril de 2021, un enfrentamiento entre Querétaro y León en el Estadio Corregidora fue suspendido temporalmente debido a una invasión de campo por parte de los aficionados locales. La interrupción duró cerca de 25 minutos hasta que las autoridades lograron evacuar a los invasores y garantizar la seguridad de los jugadores. El partido concluyó con un empate sin goles.
23/03/2025
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22/03/2025
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