Raúl Jiménez, uno de los futbolistas mexicanos más destacados en la actualidad , tuvo un breve paso por el Atlético de Madrid , un club de gran prestigio en Europa, pero su estancia en la institución colchonera no fue tan exitosa como muchos esperaban.
Durante su tiempo en el club, que abarcó desde 2014 hasta 2015, el delantero mexicano anotó solo un gol y brindó dos asistencias en 28 partidos, estadísticas que no reflejaron el gran potencial que algunos vieron en él. Sin embargo, diversos factores contribuyeron a que no lograra destacarse, desde la falta de confianza por parte del entrenador Diego Simeone hasta las dificultades propias de un joven jugador de 23 años adaptándose al fútbol europeo.
Raúl Jiménez llegó al Atlético de Madrid en el verano de 2014, proveniente del Club América, uno de los equipos más grandes de México. A pesar de las expectativas que su fichaje generó, la llegada del delantero mexicano no fue impulsada por el entrenador argentino Diego Simeone, sino por el influyente agente portugués Jorge Méndes, quien tenía una relación estrecha con los dirigentes del club. Esto generó desde el inicio una desconexión entre Jiménez y el proyecto deportivo del Atlético, ya que el "Cholo" Simeone nunca estuvo plenamente convencido de su fichaje.
Uno de los factores clave que impidió que Raúl Jiménez tuviera el éxito esperado en el Atlético de Madrid fue la falta de confianza por parte de su entrenador, Diego Simeone. A pesar de que el delantero mexicano contaba con características atractivas como su físico, su capacidad de trabajo y su presencia en el área, el técnico argentino no le dio el tiempo ni la oportunidad suficiente para demostrar su talento en el equipo.
Simeone prefería jugadores con un perfil más adaptado a su estilo de juego, que requería de jugadores con una gran capacidad defensiva y de presión, además de ser rápidos y versátiles en ataque. Raúl Jiménez, a sus 23 años, aún no tenía la experiencia necesaria para entender completamente el rol que se esperaba de él dentro de un equipo tan competitivo como el Atlético de Madrid.
A sus 23 años, Raúl Jiménez llegó al Atlético de Madrid en un momento clave de su carrera, pero su adaptación al fútbol europeo no fue fácil. El nivel de exigencia en la liga española es altísimo, y el delantero mexicano tuvo que enfrentarse a la dureza de una competición que se caracteriza por su intensidad y velocidad.
Aunque Jiménez ya había demostrado su calidad en el fútbol mexicano, el choque cultural y táctico fue un obstáculo importante. La adaptación al estilo de juego del Atlético de Madrid, basada en la presión constante, la solidez defensiva y la rapidez en las transiciones, le costó a Jiménez, quien no tenía la experiencia suficiente para asumir un papel protagónico en un equipo que luchaba por títulos importantes.
A lo largo de su corta estadía en el Atlético de Madrid, Raúl Jiménez jugó 28 partidos, pero solo anotó un gol y dio dos asistencias. A pesar de estos números, que no son desastrosos, la falta de minutos y la escasa confianza que Simeone le brindó fueron factores determinantes en su poca incidencia en el equipo.
Jiménez nunca pudo afianzarse como titular y, a menudo, se veía relegado al banquillo, observando cómo otros jugadores como Mario Mandzukic o Antoine Griezmann tomaban el protagonismo en la delantera. Esta falta de protagonismo y continuidad en el campo de juego hizo que su potencial no se desarrollara como se esperaba en uno de los clubes más grandes de Europa.
Tras una temporada en el Atlético de Madrid, Jiménez fue cedido al Benfica, donde encontró el entorno ideal para crecer como futbolista. En Portugal, el delantero mexicano comenzó a mostrar su verdadero potencial, anotando goles y destacándose en competiciones europeas como la Liga de Campeones de la UEFA. Su éxito en el Benfica le permitió dar el salto a la Premier League, donde ahora es considerado uno de los delanteros más importantes de Inglaterra, jugando para el Wolverhampton Wanderers.
El paso de Raúl Jiménez por el Atlético de Madrid fue corto y, en términos de estadísticas, no fue destacable. La falta de confianza por parte de Diego Simeone, sumada a las dificultades de adaptación de un joven de 23 años al exigente fútbol europeo, hizo que el delantero mexicano no pudiera demostrar todo su potencial en el club madrileño. A pesar de esto, su carrera en Europa siguió un curso exitoso, y hoy en día es un referente para la selección mexicana y una estrella en la Premier League.
18/03/2025
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