La Selección Mexicana continúa delineando su futuro futbolístico, y las convocatorias para sus categorías inferiores son un termómetro del talento que se está gestando en el país. La más reciente lista de la Sub 20, liderada por el entrenador Eduardo Arce, ha generado un notable optimismo entre los observadores y analistas. Pocas veces se ha presenciado una concentración con tanta calidad individual en esta categoría, lo que ha llevado a muchos a considerar que esta generación podría marcar un antes y un después para el fútbol mexicano.
La recomendación es clara: seguir de cerca a cada uno de los jóvenes convocados por Arce. La materia prima es excepcional, y las condiciones futbolísticas de varios de estos prospectos apuntan directamente al balompié del Viejo Continente. Se estima que hay más de siete jugadores en esta generación Sub 20 que poseen las cualidades técnicas, tácticas y físicas necesarias para dar el salto a ligas europeas en un futuro no muy lejano.
Dentro de esta prometedora convocatoria, un nombre resuena con una historia particular: Tahiel Jiménez. El joven delantero, hijo de Walter "Lorito" Jiménez, aquel talentoso mediocampista argentino que portó la emblemática camiseta número 10 de la Selección Argentina Sub 20 bajo la dirección de José Pekerman, ha sido nuevamente requerido por Eduardo Arce para integrar el Tri Sub 20.
A pesar de que su club actual, Santos Laguna, no atraviesa su mejor momento en la Liga MX, el desempeño de Tahiel Jiménez en las categorías inferiores de la selección mexicana ha sido consistentemente destacado. Su paso por las diferentes selecciones juveniles ha dejado una grata impresión, siendo su actuación más memorable la participación en el Mundial Sub 17, donde se erigió como el máximo goleador del equipo tricolor.
Walter Jiménez, el padre de Tahiel, dejó una huella imborrable en el fútbol sudamericano, especialmente durante su paso por Banfield, donde su talento lo llevó a ser convocado a la Selección Argentina Sub 20 de Pekerman, portando con orgullo el dorsal número 10. En México, el "Lorito" también dejó su marca, siendo campeón con Santos Laguna en una recordada época junto a figuras como Christian Benítez y Matías Vuoso. Jiménez se caracterizó por ser un mediocampista ofensivo con una gran visión de juego, capacidad para distribuir el balón y un potente remate de larga distancia.
Ahora, su hijo Tahiel busca forjar su propio camino en el fútbol, vistiendo los colores de la selección mexicana. La herencia futbolística de su padre es innegable, y las expectativas sobre su desarrollo son altas.
A sus 19 años, Tahiel Jiménez se encuentra en una etapa crucial de su formación como futbolista profesional. El delantero requiere de las mejores herramientas y contextos para poder desarrollar todo su potencial. Su convocatoria a la Selección Mexicana Sub 20 representa una vía fundamental para seguir mostrando su talento a nivel internacional y para captar la atención de ojeadores de clubes que puedan ofrecerle un mejor escenario para su crecimiento.
En el competitivo mundo del fútbol, el entorno en el que un joven talento se desenvuelve puede ser determinante para su progresión. En caso de no encontrar el equipo adecuado que confíe en sus cualidades y le brinde oportunidades para jugar y desarrollarse, incluso las condiciones futbolísticas más prometedoras pueden verse mermadas. Por ello, la participación de Tahiel Jiménez en el Tri Sub 20 no solo es importante para la selección, sino también para su propio futuro y la posibilidad de seguir los pasos de su padre, dejando su propia marca en el fútbol profesional.
24/04/2025
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