Por Javier Vaca
La Selección Mexicana de Fútbol llegó a Chapel Hill, Carolina del Norte, donde sostendrá el partido amistoso ante Turquía, como parte de su preparación rumbo a futuros compromisos. Sin embargo, tras la dolorosa derrota 4-2 ante Suiza, la afición mexicana en Estados Unidos parece haber perdido interés en el compromiso. Este desapego de los seguidores se percibe como una reacción directa al desempeño del equipo en el último encuentro, generando una atmósfera de desilusión que preocupa al entorno del Tri.
De acuerdo con el periodista Gibrán Araige, la Selección Mexicana llegó a su hotel de concentración sin el apoyo acostumbrado de los aficionados. Las tradicionales aglomeraciones de gente que solían darse cita para tomarse fotos y pedir autógrafos a sus ídolos estuvieron ausentes. Esta falta de recibimiento cálido es un indicador del sentir de la gente, que esperaba un mejor resultado ante Suiza y una muestra de mayor compromiso por parte de los seleccionados nacionales. La imagen del equipo sin el fervor de su público es un reflejo de la molestia generalizada.
México desembarcó rumbo al hotel sin la presencia de aficionados, siendo un duro golpe de realidad ante la falta de apoyo que tendría el equipo luego del partido ante Suiza. Esta situación, captada en video por los medios presentes, evidencia un cambio en la dinámica entre el Tri y sus seguidores, quienes suelen ser incondicionales. La indiferencia del público es un llamado de atención para los jugadores y el cuerpo técnico, que deben reconectar con la afición a través de buenos resultados y actuaciones convincentes en el terreno de juego.
Para la Federación Mexicana de Fútbol, esta situación también sería una preocupación, ya que el partido amistoso ante los turcos podría no tener un lleno completo en el estadio. La asistencia a los encuentros del Tri en Estados Unidos suele ser masiva, lo que representa una importante fuente de ingresos para la FMF. Un estadio con poca afluencia no solo afectaría las finanzas, sino que también enviaría un mensaje claro sobre el descontento de la afición, poniendo presión sobre el equipo para revertir la imagen dejada en el último partido.
El duelo ante Turquía no solo será una prueba deportiva para la Selección Mexicana, sino también un termómetro del apoyo de la afición. El equipo de Javier Aguirre tendrá la oportunidad de revertir la percepción negativa dejada en el encuentro anterior y mostrar una mejor versión ante un rival que también busca afinar detalles. La respuesta de los jugadores en la cancha será fundamental para reconquistar a su público y demostrar que la derrota ante Suiza fue solo un tropiezo en el camino, y no el reflejo de una crisis.
12/06/2025
11/06/2025
11/06/2025
11/06/2025
11/06/2025
11/06/2025
11/06/2025
11/06/2025
11/06/2025
11/06/2025
10/06/2025
10/06/2025
10/06/2025
10/06/2025
10/06/2025
10/06/2025
10/06/2025
10/06/2025