De estar por retirarse a ser una de las piezas claves de la Selección Mexicana

En México no basta con tener talento para ser futbolistas, las situaciones que embargan el deporte obligan a que muchos de los grandes talentos se escapen por no tener dinero y no formar parte de los esquemas de corrupción o algunos otros factores que no tienen nada que ver con la situación dentro de la cancha.

Una situación así sucedió con uno de los mejores jugadores de la actual Selección Mexicana, una de las grandes joyas que ya buscan en Europa: se trata de Luis Romo, el jugador de Cruz Azul que pensó en más de una ocasión en tirar la toalla y darle la vuelta al futbol, pero en Querétaro lo convencieron de seguir.

En 2018, el mediocampista de la máquina estaba por retirarse tras ver que a los 23 años no encontraba un sitio en el futbol de primer nivel en México y regresaría a Los Mochis, Sinaloa, para convertirse en trabajador del negocio familiar de pesca, sin embargo su vida dio un giro cuando Jaime Ordiales confió en él.

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El jugador de Selección Mexicana se mantuvo en la plantilla de Querétaro y lo debutó Rafael Puente del Río en 2018, donde pronto dejó ver que los técnicos pasados no tenían la razón, pues sus condiciones eran para mantenerse en la cancha la mayor cantidad de minutos, aunque el elevar su ritmo de juego fue con la llegada a Cruz Azul.

Robert Dante Siboldi llevó al estrellato a Luis Romo, pues lo apoyó como un mediocampista que se desempeñaba más de forma ofensiva y le dio la libertad de pisar el área rival para mantenerse con juego en la ofensiva, situación que lo llevó a Selección Mexicana, además de que en Cruz Azul aseguran que es un excelente cobrador de penales.

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