Antes de esta pesada inversión había estallado la relación entre los aficionados de Rayados y su directiva. Ya no daba para más y se comenzaban a experimentar actos de odio que nunca antes se habían visto en el entorno rayado, aunque la molestia de los hinchas albiazules era entendible.
En este sentido, algo grande se tenía que hacer si no se quería perder aficionados y la instrucción vino desde la oficina más grande de FEMSA, la empresa detrás de Rayados. José Antonio 'El Diablo' Fernández lo dejó claro: Gastar lo que se tenga que gastar para tapar el error de haber tenido a un portero como Hugo González.
El quizá, jugador más repudiado en el último tiempo por la afición rayada, terminó por salir del club y se estuvo sondeando opciones en el extranjero. Thiago Volpi, Armani y Andrada fueron las principales opciones, siendo este último el más viable y elegido para venir a cubrir el marco del Monterrey.
En un histórico estira y afloja entre Boca Junior y Rayados, el equipo de Monterrey terminó por desembolsar 5 millones de dólares (99 millones de pesos) para hacerse de los servicios del 'Flaco, quien ya con sus primeras actuaciones en Monterrey apunta para ser un gran ídolo de la afición que ha vuelto a sonreír.
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