Por eso no tapó ningún penal: En lugar de entrenar y estudiar al rival, lo que Guillermo Ochoa hizo en la concentración de México

El fútbol cambió, con el uso de la tecnología y del departamento de videos que hay en los cuerpos técnicos de la Selección, los jugadores pueden analizar a sus rivales, conocer a dónde patean, cómo lanzase y usar diferentes argumentos para que un portero sea determinante.

Pero en el caso de Guillermo Ochoa, pues las cosas no pasaron así. El portero de la Selección Mexicana llegó como aporte y refuerzo pasado de edad, pero en esta serie ante Brasil, en los penales, queda a deber. Se vieron casos, el último por ejemplo, en la Eurocopa, donde Donnarumma recibe un papel con las indicaciones sobre a qué lado eligen el lanzamiento los futbolistas ingleses.

Este trabajo que nace desde el preparador de porteros y desde el mismo portero, puede ser un factor determinante a la hora de los penales, pero en el caso de Guillermo Ochoa, pues nunca se dio. Ochoa lo dejó a la suerte y esto decantó en que el cuadro nacional no tenga aspiraciones, al llegar al último penal. En lugar de entrenar, el portero se dedicó a subir fotos y disfrutar del torneo, que sí, lo puede hacer, pero en momentos determinantes, primero está la parte profesional. Solo en IG, el jugador tenía 9 fotos, sin contar el tema de las historias. 

Otro argumento por el que se debió entrenar en este sentido, es que Ochoa no es un atajador de penales por naturaleza, por lo que se le debió exigir en este sentido, si es que se pretendía llevar al límite el juego.