El jugador mexicano que se sintió prisionero de un destino, que no había elegido
Un jugador mexicano que sintió que su destino, prácticamente lo limitaba.
Prisionero en su destino, así fue cómo se calificó a este deportista mexicano, quien era uno de los mejores del mundo, el planeta se rendía a sus pies, pero él se sentía prisionero de ese destino, que él quizá no había elegido. Quiza por esto, nunca se dio ese salto de calidad y quedó la sensación de que se podía ver más de él.
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Formidable, así fue cómo calificó la cuenta EleFútbol al jugador mexicano Carlos Vela, quien en su momento llegó a costar 14 millones de euros, una de las cifras más importantes en el mercado mexicano y el pase más caro del equipo de San Sebastián. Un talento que sin duda se recordará por aquella dupla que se formó con el jugador francés Antoine Griezmann.
Vela incluso en su momento, llegó a señalar que a él no le gustaba ver fútbol, que deseaba ver otro deporte. Quizá esa falta de pasión, lo llevó a renunciar a la selección nacional mexicana por tres veces. Un panorama que dejó ver que el fútbol lo había bautizado como uno de los prodigios con la pelota, pero él, prefirió buscar otro camino, renunciando a ese don, que miles quisieran tener, pero que solo Carlos Vela se dio el gusto de rechazar.
En México, quedará aquella sensación, del amor no correspondido, ya que todos creímos en Vela y en su talento, pero ese amor que el fútbol le dio a Vela, quizá no fue correspondido por este gran talento, que ahora suena para llegar a Cruz Azul.
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